El interiorismo ensimismado. Urge voltear al exterior

El Interiorismo de hoy se está redefiniendo. Se direcciona hacia una profesión verdaderamente social que se dedica a resolver problemas de habitabilidad que podemos encontrar en cualquier comunidad, creándoles espacios donde se viva con las mejores opciones. No importa la escala, es la forma en la que se entiende el espacio. Desde la escala humana, desde sus necesidades más básicas hasta las más vastas y complejas. Cualquier espacio que habite el hombre debe ser diseñado desde una perspectiva escala 1:1 sin referirse categóricamente al tamaño, sino que está frente a frente con su contexto cultural, histórico, político, social, material, ambiental. Por lo tanto, debemos prever para detectar los nuevos retos que se manifiestan a través de la historia que se está escribiendo.

Ya no hay cabida para un interiorismo basado en la ornamentación y el buen gusto que continúe con este afán superficial meramente antropocéntrico, por lo que satisfacer las necesidades habitables de nuestra sociedad deben ir más allá de esto.

Por ejemplo, antes de la pandemia ya se dejaba ver la idea de que el bienestar del empleado aumenta su desempeño. Ahora, después de dos años de ella, percibimos que aceleró el rumbo en el proceso de cambio de los espacios de trabajo adoptando el trabajo coworking y el home office. Este cambio es parte del resultado del entendimiento profundo que surge a través del análisis de las nuevas conductas y necesidades humanas, pero urge añadir una faceta más en todas las áreas: la ecológica.

Ya a finales del siglo pasado, el arquitecto Roberto Rivero en su libro Arquitectura y clima, manifiesta especial preocupación por la falta de empatía del arquitecto, de ese momento, por los seres vivos y el medio ambiente y cree que paralelamente a la arquitectura se debe realizar un estudio a fondo de las exigencias del medio ambiente.

Ahora, en pleno siglo XXI nos sabemos parte de un ecosistema muy complejo y amenazado. “En esta época de cambio en que la ideología moderna se ha agotado y sus sistemas están en crisis, buscamos nuevas formas de concebir la relación de nuestra especie con el resto del mundo”. Gabriela Frandsen “El Hombre y el resto de los animales” (TINKUY N°20, )

Esto exigirá un cambio de paradigma en nuestro comportamiento como una herramienta irruptora que genere valor e innovación a los nuevos espacios habitables, pero hay que empezar por reconocer las amenazas del colapso ecológico.

Esta crisis surge de un sistema socioeconómico que obedece a la extracción exhaustiva de los recursos de la Tierra y que, en definitiva, está llevando a los sistemas de apoyo de la vida de nuestro planeta a sus límites.

La construcción de edificios desempeña un papel fundamental, ya que es responsable de casi el 40% de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía, impactando significativamente en nuestros hábitats naturales. La arquitectura y arquitectura de interiores son factores importantes en este sentido, en parte por el modo en que utilizan los recursos y moldean los entornos.

En este momento la arquitectura de interiores está obligada a incluir recursos tecnológicos que ayuden a disminuir esta vorágine, usar los conocimientos contextuales que se aprenden por la observación meticulosa del entorno, recapacitar en la selección de materiales de baja emisión de carbono, incorporar sistemas de instalaciones que surjan de energías limpias, introducir pequeños pulmones verdes en cada espacio habitable ayudando a la oxigenación del lugar y al control de la temperatura, considerando la flora del entorno y evitando mantenimientos costosos a la ecología. Minimizar el derroche de recursos, modernizar los edificios existentes para ampliar su uso como una alternativa más eficiente evitando la demolición y la nueva construcción, siempre que exista una opción viable.

Tal vez sea hora de que la arquitectura de interiores deje de ver para adentro y eche un vistazo al exterior y se dé cuenta que también está haciendo ciudades, comunidades y hábitats y que ya no hay más rumbo que el ser sostenible.

Referencias
Rivero, R. (1988). Arquitectura y Clima: Acondicionamiento térmico natural. UNAM
Frandsen, G. (2013). El Hombre y el resto de los animales. TINKUY N°20. Recuperado de file:///C:/Users/17302/Downloads/Dialnet-ElHombreYElRestoDeLosAnimales-4736620.pdf
Declaration: UK Architects declare climate and biodiversity emergency (2019). Recuperado de https://www.architectsdeclare.com/
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