Turismo sostenible y conflicto por las redes digitales colaborativas

Estrategias de negocio

 

La globalización es un proceso de la integración mundial en todos los ámbitos, se caracteriza como dinámico y acelerado por la transformación digital así como por el avance en la tecnología. Se puede decir que es una modificación sociocultural donde el internet plantea una renovación en la conducta y expectativas de la sociedad; emprenden negocios, crecen comunidades, las empresas son una fuente de productividad y se establece un nuevo panorama social resultante de los avances tecnológicos. Esta convergencia digital ha cambiado nuestras vidas, la era digital ha transformado la sociedad y cultura, esta evolución ha sido en todas las dimensiones de la experiencia humana (Imaginario, 2020).

El turismo sostenible considera un cambio en los hábitos y el consumo de los turistas, las nuevas generaciones exigen acciones sociales y de medio ambiente para el cuidado de los recursos naturales, como para su viabilidad a largo plazo. Sin embargo, se está trabajando para lograrlo y realmente lo que conocemos es el turismo de masas que contribuye a la economía local, pero tenemos una dualidad generada por grandes intereses económicos en la explotación de los recursos naturales. Ahora tenemos un nuevo factor en contra de la industria hotelera establecida: «Las plataformas digitales y las economías colaborativas», que forman parte de la convergencia digital y que ha redefinido la hotelería, hostelería o negocio de hospedaje.

Conocer la forma de operar de las redes digitales colaborativas podría ser útil para la hotelería tradicional en búsqueda de estrategias de mejora o para afrontar la competencia directa, de igual forma para renovarse y colocarse a la vanguardia, y evitar así el quiebre operacional por la baja demanda y altos costos de mantenimiento. En estos momentos es de gran importancia despejar las cifras que generan las redes digitales colaborativas.

Los efectos de Airbnb y otras economías colaborativas en la industria hotelera han sido debatidos en diferentes foros académicos, existen numerosos estudios de la competencia entre Airbnb o plataformas digitales y los hoteles tradicionales en todas partes del mundo. Estos estudios abarcan diferentes ciudades, países, o se enfocan en algún área específica, pero lo cierto es que de estas nuevas tecnologías surgen innovaciones disruptivas como este caso. En México comenzaron en 2017, pero las diferentes características de cada país logran que no existan datos concluyentes acerca del impacto económico de las economías colaborativas en cada región. Lo que es un hecho es que estas plataformas están creciendo, por ejemplo: Uber, Alibaba, Airbnb, Blabla Car, Home Away, etc. han aumentado su demanda de manera acelerada y esto ha impulsado a los hoteleros y a otros gremios a reaccionar y lograr, mediante asociaciones, frenar el avance e impulsar leyes que regulen las actividades de las redes digitales colaborativas.

Esto es una llamada de atención al sector hotelero, para que reinventen sus experiencias con el usuario y renueven sus modelos de negocio. Existe una oportunidad para ajustar precios, servicios y entrar en el mundo de la competencia con los medios digitales.

La introducción de esta plataforma, así como su expansión, ha hecho que hoy por hoy Airbnb sea un exitoso y rentable negocio en la última década. Dentro del sector hotelero se ha mostrado que cuenta con diferentes opciones de hospedaje, tiempo de estadía y precio.

Con respecto a lo antes mencionado sobre la plataforma Airbnb, es importante mencionar que sus ingresos se deben a los turistas que en algún momento visitaron sitios ubicados en México, pues existieron usuarios que la probaron indicando ellos mismos una estimación de sus ingresos. En palabras de Riquelme (2020) «La plataforma digital de servicios de hospedaje Airbnb calculó el impacto que tienen los gastos de los viajeros que usan su aplicación en la economía mexicana en 2,800 millones de dólares durante el 2019».

Esta compañía tiene ingresos incluso sobrepasando las cadenas hoteleras mexicanas, esta invasión representa una pérdida económica para el sector hotelero que considera a Airbnb como un competidor desleal, incluso informal e ilegal. Su aceptación en nuestro país ha generado a este sector pérdidas millonarias y una considerable disminución de empleos. Mientras la normativa de los hoteles es muy estricta, la legislación en plataformas digitales ha sido lenta en los 191 países donde ya se encuentra operando Airbnb.

La autorregulación de Airbnb no agradó mundialmente al sector hotelero, donde no fue bienvenida la plataforma. Desde 2021 comenzó a pagar impuestos en México; esto a través de los usuarios, los propietarios de inmuebles a la renta y la empresa Airbnb. El secretario de turismo Miguel Torruco mencionó: «no es grato tener a una plataforma externa que se encuentre comprometiendo al sector hotelero».

Lo cierto es que necesitamos más estudios en México para evaluar el verdadero impacto de las economías colaborativas y una legislación a la altura de nuestra época y sus factores digitales para evitar daños al sector hotelero entre otros. Lo demás el tiempo no los dirá, son suplementarias o sustitutivas las economías colaborativas.

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