El impacto de la adopción de áreas naturales protegidas como herramienta para el cuidado del medioambiente y el desarrollo socioeconómico de regiones marginadas: caso de la reserva de la biosfera de La Sepultura en el estado de Chiapas
El tema de la protección del medioambiente es un asunto que afecta en conjunto a la sociedad. Uno de los grandes desafíos de este siglo es, sin duda, proteger la naturaleza para asegurar a las próximas generaciones unas dignas condiciones de vida; ante la gravedad de la crisis ambiental actual y el cada vez más fuerte impacto de la actividad humana sobre la naturaleza, el objetivo de protegerla se convierte en un reto social, político y corporativo de gran magnitud, así como una prioridad de la acción pública, tanto nacional como internacional.
Uno de los temas que con más frecuencia forman parte de los debates sobre la gestión de los recursos naturales en México, y también en otros países, es la destacada tesis de «La tragedia de los comunes» (Hardin, 1968), que se refiere al problema de gestionar espacios naturales considerados «bienes comunes», cuyo uso y explotación están abiertos a todos los ciudadanos. Según esa tesis, en los «bienes comunes» no es permisible garantizar de forma independiente el cuidado de los recursos naturales, ya que, al tener la comunidad el derecho y la libertad de explotarlos como quieran, el resultado final es su deterioro, cuando no se cuenta con los recursos culturales y educativos que propicien su conservación, (de ahí que el autor hable de «tragedia de los comunes»). De acuerdo con esta tesis, sólo sería posible una buena gestión de los recursos si se introduce algún mecanismo externo de control, como declarar el espacio natural «bien público», estableciendo restricciones en su uso y explotación; o bien proceder a su privatización para que quienes fijen las normas de acceso a sus recursos sean los propietarios. En este debate las posturas se tornan un tanto radicales, al existir quienes concuerdan con la idea de que existe una imposibilidad de resolver el dilema en espacios naturales de uso abierto al conjunto de ciudadanos, y que no hay más solución que su conversión en bien de titularidad pública o privada; mientras que existen otros grupos de opinión que, a la luz de diversas investigaciones empíricas, señalan que es posible la resolución de la «tragedia de los comunes», mediante estrategias cooperadoras de acción colectiva entre los usuarios sin necesidad de que el espacio natural pierda su condición de «bien común».
Sin embargo, actualmente se incuban en la región de La Sepultura, en el estado mexicano de Chiapas, proyectos de impacto corporativo como «Teoyotica: cuidemos lo sagrado», que integran ambas ideas, con la misión de buscar a aquellas organizaciones y líderes comprometidos con la protección al medioambiente y que, a través de un esfuerzo colectivo conjunto, proponen la adopción de porciones de terreno de la reserva, destinadas exclusivamente a la conservación; y simultáneamente, promover en la región acciones de organización eficiente que conlleven la capacitación, el desarrollo de capacidades y la gestión de los recursos naturales, a efecto de blindar a la comunidad con elementos para un cuidado de calidad al medio natural en el que han habitado por generaciones, fomentando así el desarrollo rural en las comunidades marginadas de México, como lo es, en específico, el estado de Chiapas.
Con ello, lo que se está planteando es proponer un nuevo modelo de protección de la naturaleza, saliéndose del reducido marco ecológico para afrontar en su totalidad el desarrollo sustentable de las áreas naturales. La idea es hacer compatible, por una parte, la protección y conservación de los espacios naturales y, por el otro, la preservación de las diversas formas de uso y explotación de los recursos asociados a dichos espacios. De manera más general, enfatizar entre los grupos comprometidos a respaldar la idea de «desarrollo sustentable y sostenible», la necesidad de hacer compatible la protección del medioambiente, así como el desarrollo económico, para que, con acciones en el corto plazo, estas empresas líderes puedan impactar de manera positiva a las futuras generaciones en la región.
Referencias
Hardin, G. (1968). La tragedia de los comunes. Ética Ambiental, 57.