Ecosistema digital: el impulso de los medios propios en las organizaciones

El creciente índice de participación de los consumidores digitales en las tecnologías de la información origina un nuevo paradigma en los negocios.

La naturaleza de una organización exige adaptarse al cambio para crear evolución, la pandemia marcó un hito, más allá de la modalidad de colaborar bajo un formato híbrido con el objetivo de continuar con las diversas actividades; en realidad, visibilizó la imperante necesidad de ejercer estrategias digitales de manera permanente.

De acuerdo con la firma Atlántico, en el más reciente Informe transformación digital en América Latina 2021, los mayores usuarios de internet a nivel mundial son los latinoamericanos. Además, Brasil y México representan casi 50 % del producto interno bruto (PIB) de América Latina, que llega a USD $4.4T y 5 % de la economía mundial. Sin duda, el uso de las tecnologías digitales transforma todos los aspectos de la vida cotidiana, y en el ámbito empresarial no es la excepción, por lo cual el panorama anterior proyecta la creciente economía digital.

Asimismo, el primer paso de las organizaciones empresariales para atender este reto es la construcción del ecosistema digital, a través de medios propios. Este ecosistema está integrado por diversas plataformas online donde parte de los tres principales ejes son: interacción, ingresos e innovación.

En el caso de la interacción, ésta se desarrolla y gestiona por medio de una estrategia multiplataforma en la que se busca promocionar y conectar con una amplia audiencia hasta convertirlos en clientes activos y frecuentes. El principal aliado de este proceso es el marketing digital, que utiliza principalmente al internet para implementar un conjunto de estrategias de comunicación y publicidad en medios digitales.

Los medios propios, también conocidos como owned media, son aquellos que se integran en primer lugar a la estrategia multicanal, donde se activan perfiles y canales a nombre de la organización para cautivar a la audiencia; por mencionar a algunos, se encuentran:

  • Sitio web
  • Blog
  • Boletín electrónico
  • Aplicaciones propias
  • Perfiles oficiales en redes sociales, como Facebook, Instagram, LinkedIn, TikTok, entre otros
  • Cuentas en plataformas de streaming como Spotify o YouTube

Los medios propios se sostienen con una estrategia de marketing de contenidos relevantes, distribuidos en los diferentes canales digitales para generar el acercamiento comercial entre las marcas y el buyer persona, fortaleciendo el storytelling y al mismo tiempo, mejorar la experiencia de cliente.

Los owned media son un escaparate online permanente para la oferta de productos y servicios, donde además de interactuar con los consumidores, también genera vínculos con proveedores, asociados y otras empresas. Donde se busca el posicionamiento como primer resultado, y por supuesto ingresos monetarios. El portal digital de estadística Statista señala que México ocupó el segundo lugar en América Latina y el Caribe, con aproximadamente 46,500 millones de dólares en ingresos por ventas online proyectados para 2022.

Claro que el consumo físico no entra en rivalidad con la modalidad digital, ahora son un círculo virtuoso en el ciclo de ventas. Incluso, durante pandemia se incrementó la confianza del consumidor por adquirir productos y servicios vía online, así lo indica el Estudio de Venta Online 2022, a cargo de la Asociación Mexicana de Venta Online (AMVO), donde apunta que el comercio digital creció 27 % durante el año anterior.

Finalmente, además de los resultados económicos, la interacción también genera una serie de métricas digitales para determinar el nivel del compromiso entre la organización y su audiencia en los diferentes canales online. Se trata de analizar el retorno de las tácticas producidas en el ecosistema digital, lo cual conduce a la innovación, donde además de detectar áreas de oportunidad mercantiles, se atiendan las tendencias del mercado y aquellas que el consumidor demanda para la implementación de cambios significativos no sólo en productos y servicios, sino para mejorar los procesos de compra-venta y enaltecer la experiencia del usuario, y de esta manera impactar favorablemente a la organización para maximizar sus ventajas competitivas.

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